- El 'número dos' del Vaticano pide a los obispos de Irlanda que "reconozcan sus culpas"
- El Papa se reúne nuevamente con los prelados de ese país ante los abusos a menores cometidos durante años por curas católicos
- El País, 2010-02-15 # EFE . Ciudad del Vaticano
"Las pruebas más duras y humillantes para la Iglesia son las que provienen de su interior, sobre todo cuando ve implicados a algunos de sus miembros en actos execrables. Pero de las pruebas puede venir la renovación, a condición de que el pecador reconozca sus propias culpas", ha manifestado Bertone. El número dos del Vaticano ha agregado que las tormentas dan miedo, sobre todo aquellas que sacuden a la Iglesia por culpa de los pecados de sus miembros, pero ha precisado que de ellas, por la gracia de Dios, puede llegar la gracia de la conversión y una fe más grande. El cardenal, no obstante, ha destacado que la tormenta "más peligrosa es la que toca los corazones de los creyentes, sacudiendo su fe y amenazando su capacidad de confiar en Dios". Bertone ha pedido a los sacerdotes implicados en estos casos que eviten "la insidiosa tentación del diablo, como es perder la confianza en Dios y caer en la desesperación".
La reunión, que también se celebrará mañana, ha tenido lugar a puerta cerrada y no se espera que el Vaticano informe de la misma hasta que concluya este martes. Es posible que durante el encuentro Benedicto XVI dé a los prelados la carta que prometió a los fieles católicos irlandeses el pasado mes de diciembre, en la que les indicará "claramente", según dijo, las iniciativas adoptadas para responder a la situación. La carta podría ser leída el próximo Miércoles de Ceniza en las iglesias irlandesas, han informado fuentes vaticanas.
La reunión de hoy es la continuación de las celebradas los pasados meses de junio y diciembre en el Vaticano, en las que el Papa mostró su "tolerancia cero" respecto a estos casos, en la misma línea que ya adoptó con hechos similares en EE UU y Australia. La primera reunión se produjo tras conocerse el Informe Ryan, que desveló que miles de menores fueron objeto de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas en instituciones estatales irlandesas regentadas por religiosos católicos durante casi 70 años. La segunda fue tras conocerse el Informe Murphy, que sacó a la luz que durante los últimos 30 años por lo menos 400 niños fueron víctimas de abusos cometidos por 46 sacerdotes de la archidiócesis de Dublín.
Por estos escándalos han dimitido cuatro obispos irlandeses, entre ellos el de Cloyne, John Magee, al conocerse que retrasó las investigaciones sobre presuntos casos de pederastia denunciados en su diócesis. Magee fue secretario privado de los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II.
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