La presidenta de la asociación para la defensa de presos homosexuales en Camerún, Alice Nkom, denunció durante su participación en esta conferencia que se celebra en la Universidad de La Laguna, como la ley de su país discrimina a las mujeres.
"En Camerún la violación es legal, siempre y cuando luego te cases", afirmó Nkom, quien explicó que la justicia de su país siempre "limita y humilla" a las mujeres, menos cuando se trata de homosexualidad, que "el castigo es igual para lesbianas y gays".
"Si quieres trabajar o viajar tienes que pedirle permiso a tu marido", indicó.
Pero el problema va más allá de la legislación, "las tradiciones son peores, más prohibitivas", ya que, según dijo "hay que respetar las normas de la aldea si quieres vivir allí y no estar sola sin saber adónde ir".
En este contexto, aseguró que las lesbianas prefieren vivir su sexualidad en la clandestinidad antes de ser rechazadas y estigmatizadas por la comunidad.
Otra de las participantes a la conferencia, la consultora del Instituto caboverdiano para la igualdad de género, Maritza Rosabal, expuso su tesis "Esclavas y cautivas", en la que aborda el tema de la subordinación de la mujer negra.
Después de hacer una crítica a la colonización de Cabo Verde, "que pasó los límites de lo económico y lo político y configuró las relaciones entre hombres y mujeres", Rosabal habló de la "no sexualidad" de los esclavos.
"Los esclavos eran considerados objetos de trabajo", dónde, "la mujer negra sólo podía estar con un negro o con un blanco para satisfacer sus deseos sexuales".
La combinación mujer blanca y hombre negro no se contemplaba y la mujer negra estaba subordinada a su marido blanco y a su hijo mestizo.
Con el fin de la esclavitud, añadió, "las féminas pasan de la autoridad del amo a la de su marido".
Respecto a la homosexualidad en Cabo Verde, Rosabal aseguró que "el lesbianismo es completamente invisible", ya que las mujeres "continúan sin tener sexualidad".
Por otro lado, la presidenta de "Freedom and Roam Uganda", Kasha Nabagesera, aseguró que en su país las lesbianas han dado "un gran paso" saliendo a la calle y luchando por la igualdad, pese a que la policía las contuvo y dijo que "todas las mujeres deberían ser castradas".
Para ella, la solución pasa por que las leyes contemplen esta realidad homosexual y el Parlamento trate su problema como lo hace con el tema de la violencia doméstica.
"Cuando nos quejamos los hombres nos violan para enseñarnos a ser mujer", afirmó Nabagesera, quien indicó que esta humillación tiene que llegar ya a su fin.
"Ser lesbiana en Uganda es un estigma, nadie quiere estar con nosotras ni pelear por nuestros derechos", añadió.
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