Alice NKOM |
IGNORANCIA.
«La
ciudadanía de mi país oye todos los días que los occidentales utilizan la
homosexualidad para exterminar la raza africana y llevarse los recursos»
Alice Nkom
acaba de visitar Euskal Herria para participar en los encuentros sobre «Comunicación,
conflictos y cooperación al desarrollo» dentro de los Cursos de Verano de la
UPV-EHU, invitada por la ONG KCD. Cuenta en esta entrevista a qué se enfrenta
en su país por defender a colectivos LGTB. Se presenta como una voz molesta,
porque usa esta que es su mejor herramienta para contar lo que pasa. «A mi
edad, yo ya he vivido, soy abogada y sé lo que está prohibido y lo que no»,
afirma ante quienes le quieren silenciar.
África es
heterogénea, muy diversa, ¿también en cuanto al respeto a los derechos del
colectivo LGTB o en materia de discriminación, o hay diferencias entre sus
países?
Los países
de África son miembros de Naciones Unidas, por lo tanto han ratificado que van
a respetar los principios de la ONU, especialmente los que se refieren a la
Declaración de los Derechos Humanos y esta no hace distinciones entre
habitantes de continentes. Es por eso que Camerún ha asumido esta declaración
como propia y tiene que garantizar los mismos derechos para todos los
habitantes. Pero resulta que África es el lugar donde más se violan los
derechos que aceptaron proteger. La pregunta es ¿por qué? Muchos se escudan en
las tradiciones o en principios religiosos.
Excepto en
Malawi y Sudáfrica, en la parte subsahariana del continente se están
recrudeciendo las leyes homófobas, ¿a qué responde? ¿Se basan en razones
religiosas, políticas...?
Camerún es
un país independiente desde el 1 de enero de 1960. Cinco años después, los
parlamentarios decidieron dotar al país de un código penal. dijeron `¿qué vamos
a penalizar?' y pensaron en cualquier acto que cause perjuicio a otra persona,
ya sea físico o contra su propiedad. La sexualidad no fue incluida porque no
cumple los criterios de perjuicio a un tercero, así que no estaba ahí. Se
introdujo la homosexualidad como delito, pero no fue a través de un proceso
parlamentario, sino a través de una ordenanza que firmó el jefe del Estado. Él
rompió el muro de separación entre los poderes ejecutivo y legislativo. Esto
significa un aluvión de violaciones por la ruptura de ese pilar tan básico de
separación de poderes y este es el caso de muchos países de África que criminalizan
la sexualidad y que tienen en común que no son muy democráticos, lo que también
ocurre con Rusia en Europa.
La
diferencia está entre países que respetan derechos y países que no, no se trata
tanto de continentes. La provisión 247, la que condena la homosexualidad, ni
siquiera puede llamarse ley. Incluso si se tomara en consideración como tal, la
pregunta sería: `¿Tú me has visto a mí teniendo sexo con alguien del mismo
sexo?' ¿Cómo puedes probar la sexualidad?'.
Simples gestos, abrazos... ¿pueden traer problemas?
Depende de
quien lo vea. Allí donde no se es estricto en la aplicación de los derechos
humanos, cualquier cosa puede volverse en tu contra dependiendo de quién lo vea
y cómo interprete la ley o cuál sea su religión. Todo puede ser convertido en
homosexualidad. Asistí a un programa de televisión en el que un cardenal dijo
que los homosexuales son inferiores a los animales, porque incluso los animales
saben que no se tienen que relacionar con el mismo sexo. Esto justifica las
amenazas de muerte contra los defensores de la homosexualidad.
¿Cuál es la situación de Camerún, donde la Iglesia ha
jugado un papel determinante en la criminalización de los homosexuales con
arengas como que va contra la familia e impide perpetuar la raza humana?
El mensaje
de la homofobia fue lanzado en Camerún desde las más altas esferas de la
Iglesia católica y el momento que aprovecharon fue el 31 de diciembre de 2005,
una fecha especial. La Iglesia Católica ha tenido mucha influencia en mi país.
En muchas ocasiones el Papa ha viajado a Camerún, en ocasiones hasta dos veces
al año. También son muy poderosos en el ámbito educativo, tienen escuelas desde
Primaria hasta universidades. Tenemos una nueva esperanza con la visión del
nuevo Papa, tras declarar `quién soy yo para juzgar a los homosexuales'. Esto
nos dio mucha esperanza y desde entonces he podido entablar un nuevo diálogo.
Actualmente son los evangelistas los que están ocupando todos los medios de
comunicación, difundiendo mensajes de odio y homofobia. Tenemos que ocupar
estos espacios para lanzar otros mensajes.
¿Qué papel cree que deberían jugar los medios para
acabar con la criminalización y la discriminación?
Uno de los
obstáculos a los que me enfrento cada día es la ignorancia. No podemos olvidar
que la homosexualidad ha sido un tabú. Vamos a sacar a la luz la homosexualidad
y hay que preparar a la gente para eso. No podemos dejar que lancen ese mensaje
de violencia, que traslada la idea de que los occidentales utilizan la
homosexualidad para exterminar la raza africana, porque es lo que la ciudadanía
escucha todos los días, cuando va a la iglesia, en los medios... le dicen que
es un arma de Occidente para exterminar a África y robar los recursos. No oyen
nada más, no pueden escuchar lo que estoy diciendo aquí. No tienen argumentos
para responder.
Esta
ignorancia se puede ver en todos los estractos de la sociedad, incluso entre
los jueces que tienen sus propias religiones y sus propias creencias. Muchas
veces tienen en la cabeza lo que escucharon como cristianos cuando el sábado
pasado acudieron a la iglesia. Si él cree que Dios está por encima de los
derechos humanos, lo aplicará en su papel de juez, donde lo que debe es probar
hechos.
Hay un gran
trabajo por hacer en educación, información... Pero el ministro de Comunicación
tiene el poder de amenazar a los medios cuando intentan cambiar el discurso,
puede decir incluso `no quiero que le déis espacio a Alice Nkom'.
El fundamentalismo homofóbico de las autoridades,
¿tiene sustento social?
En un estado
autocrático es muy fácil manipular a la gente, hacer olvidar sus propias
necesidades, la pobreza... y señalar a otros. Tenemos, por ejemplo, el mismo
presidente en el poder desde hace 32 años. Tenía agua potable para limpiar el
biberón hace 32 años, hoy en día no puedo limpiar los biberones de mis nietos
porque no la hay. Han vuelto el cólera, la poliomelitis... Ha habido una mala
gestión. Es más fácil desviar la atención a otro punto y así es como empezó
este mensaje, cuando arzobispos acusaron a funcionarios homosexuales de la
pobreza y el desempleo entre la juventud, diciendo que cuando los jóvenes
acudían a pedirles empleo les obligaban a acostarse con ellos. Es así como este
mensaje homofóbico comenzó a propagarse.
Los medios
de comunicación jugaron un papel clave. Todos los días difundían los nombres y
apellidos de los funcionarios supuestamente homosexuales. Estuvieron en todos
los canales y vendieron muchísimos periódicos. Supuso una ganancia para algunos
medios, pero la población no ganó nada.
¿Existe algún movimiento, público o clandestino, de
personas que vivan en África su homosexualidad desde un punto de vista político
y social?
Sí, pero
clandestino. Si quieres crear una ONG, tienes que presentar documentación sobre
la actividad. Hace doce años logré hacer constar que iba a defender a las
personas homosexuales, pero fue muy difícil, después de una discusión muy larga
y muy técnica. Nuestra asociación es la asociación de defensa de la
homosexualidad ADF. Hoy en dia resulta imposible; el derecho de asociación
existe, pero hacen todo lo posible para que no se aplique. Hay instrucciones de
no legalizar movimientos que pueden unirse a colectivos LGTB. Nuestro gobierno
es una mano de hierro con guante de terciopelo, por eso no va a aprobar una ley
como en Uganda, porque no quieren atraer la atención, pero aun así mantienen la
provisión 247 que sirve para seguir metiendo a gente en la cárcel y Camerún es
el país que más homosexuales está deteniendo, más que Uganda.
¿Qué puede o debe hacer la comunidad internacional?
Tiene mucho
que hacer. Los derechos LGTB son derechos humanos, no tienen fronteras ni
nacionalidad. Ganamos la batalla contra el apartheid porque había un movimiento
global detrás de Nelson Mandela. De eso se trata, todo el mundo tiene algo que
hacer, nadie puede ganar este tipo de batallas solo. Medios de comunicación,
políticos, sociedad civil... todos tenemos que construir una sociedad fuerte y
defender valores comunes. No hay posibilidad de huir de ser parte en la
solución. Lo han hecho en los países del norte, ahora tenemos que importar esa
actitud.
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