SEXU ESKUBIDEAK DEFENDA DITZAGUN!
Amigas:
La sociedad que
conocemos y en la que vivimos se formó hace ya muchos siglos, sobre la base de
la creación de una clase dominante que se ha perpetuado en el tiempo con
capacidad de decidir sobre nuestros cuerpos, modos de vida y maneras de
entender las relaciones entre individuos, sean afectivas, económicas,
culturales, y/o educacionales.
Esa sociedad, haciendo uso de mentiras sobre libertad,
bienestar e igualdad, ha conseguido subyugarnos, someternos a sus intereses e
incorporarnos a un sistema productivo que beneficia sólo a su élite. Esta
realidad, es su riqueza y nuestra ruina. Ruina económica y ruina social, un
entramado que limita nuestra libertad y nuestros derechos.
Porque nuestros derechos nos pertenecen, y no tenemos que dar
cuenta de ellos a nadie. Nuestros derechos no se pueden limitar, ni se pueden
conceder como si fueran migajas; no pueden estar continuamente debatiéndose y
rebatiéndose.
Estos derechos de que hablamos están recogidos en la
Declaración de Derechos Sexuales y en los Principios de Yogyakarta, poco
conocidos en general e incluso por nosotras mismas, las más interesadas en su
cumplimiento.
Los derechos sexuales nos hablan de:
- Derecho a la libertad sexual.
- Derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo.
- Derecho a la privacidad sexual.
- Derecho a la equidad sexual.
- Derecho al placer sexual.
- Derecho a la expresión sexual emocional.
- Derecho a la libre asociación sexual.
- Derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables.
- Derecho a la información basada en el conocimiento científico.
- Derecho a la educación sexual integral.
- Derecho a la atención de la salud sexual.
Por su parte, los 29 Principios de Yogyakarta se centran en:
- Goce DDHH. y no discriminación
- Seguridad humana y personal
- Derechos económicos, sociales y culturales
- Derechos de expresión, opinión y asociación
- Libertad de movimiento y a recibir asilo
- Derecho a participar en la vida cultural y familiar
- Derechos de los defensores de DD.HH.
- Derecho recursos legales y reparaciones y la responsabilidad penal
Tomemos nuestros derechos, que son nuestros y no nos los
tenemos que ganar y abrámoslos por encima de religiones, culturas, situaciones
económicas y limitaciones. Protejámonos las unas a las otras y construyamos un
futuro real que sólo esté sometido a los interesas y al bienestar de todas
nosotras.
Gritemos nuestro cuerpo, nuestro sexo, nuestro placer,
nuestros vínculos y nuestras libertades, porque no son un regalo sino tan sólo
algo propio de cada una. Somos disidentes sexuales. Somos maricas, bolleras,
transexuales, bisexuales, intersexuales, pansexuales o asexuales, pero ante
todo SOMOS LO QUE NOS DA LA GANA.
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