“Vamos a buscar una isla desierta donde enviar a los gais”, dijo un pastor durante la marcha
Los evangélicos
han querido manifestar su fuerza con una gran manifestación en Brasilia
a la que acudieron 70.000 personas según la organización y 40.000 según
la policía militar. Organizada por el pastor Silas Malafaia, la marcha
sobre Brasilia fue un acto de protesta contra el aborto, el matrimonio homosexual y contra lo que llamaron “activismo gay” en el país.
Las críticas se dirigieron también contra el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y contra el Supremo, que ha aprobado el matrimonio de las personas del mismo sexo y la adopción por parte de dichas parejas.
Malafia quiso destacar que la manifestación tuvo como finalidad
“mostrar la fuerza de los evangélicos” ante la sociedad y los poderes
del Estado. Hoy los evangélicos cuentan con el 22% de la población, un total de 40 millones,
y sus votos son cotizados por los partidos de todos los colores
políticos. “Nuestro evento ha sido un ensayo, un ejercicio de
ciudadanía. No somos ciudadanos de segunda clase y vamos a influenciar a
la nación”, afirmó.
El pastor Marco Feliciano, el actual polémico presidente de la
Comisión de Derechos Humanos del Congreso, llegó aún más lejos: “La
familia tiene que venir antes del Gobierno y de la sociedad”, y auguró
la elección en un futuro próximo de un presidente de la República
evangélico.
Feliciano ha sido estas semanas objeto de protestas por sus ideas a
favor de que los homosexuales sean tratados como enfermos y por afirmar
que los negros africanos son tales por un castigo de Dios. Para el
senador evangélico, Magno Malta existe el objetivo de crear una “casta
de homosexuales” y garantizó que los más de 80 diputados evangélicos no
lo permitirán.
“Dicen que somos fundamentalistas, pero los que son fundamentalistas
de basura moral son los gais”, afirmó Malafaia, que criticando el aborto
dijo: “El feto no es el prolongamiento del cuerpo de la mujer”. Y
añadió: “Vamos a buscar una isla desierta donde enviar a los gais.
Quiero ver si después de un tiempo aún existirá la raza humana”.
La manifestación se llevó a cabo sin incidentes. Solo un pastor
evangélico fue arrastrado del palco por enarbolar la bandera colorida de
la Iglesia del Evangelio Quadrangular al confundirla con la de los
colores del arco iris del movimiento LGBT (gais, lesbianas, bisexuales y
transexuales).
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