Miles de personas se manifiestan en la capital gala, respaldados por los conservadores del UMP y la Iglesia, en un acto que acaba con disturbios
Más de un millón de personas, según los organizadores, o
150.000 personas, según la Policía, han salido este domingo a las calles
de París para protestar contra la aprobación del matrimonio homosexual.
La marcha ha culminado ante el Hospital de Los Inválidos con una
multitud que ha abarrotado las zonas ajardinadas que rodean el histórico
edificio, situado en pleno centro de la capital francesa. La campaña ha
sido puesta en marcha por organizaciones de base y ha contado con el
apoyo expreso de la Iglesia Católica.
También se han sumado a la protesta destacados políticos de
la derecha, como el líder de la Unión por un Movimiento Popular (UMP),
el principal partido de la oposición, Jean-François Copé, quien realizó
un llamamiento a los jóvenes a sumarse a su partido para mantener así la
presión sobre el gobierno de centro-izquierda.
"La próxima cita debería ser en las urnas de las elecciones
municipales", ha afirmado Copé en referencia a los comicios previstos
para el año que viene y con los que los conservadores esperan
rentabilizar estas movilizaciones. Mientras, un grupo de extrema derecha
ha entrado en la sede del gobernante Partido Socialista y ha desplegado
una pancarta contra el matrimonio gay y exigiendo la dimisión del
presidente François Hollande.
La manifestación se ha desarrollado en medio de un
importante despliegue de seguridad de unos 4.500 agentes. El propio
ministro del Interior, Manuel Valls, había pedido el sábado que a la
manifestación no acudieran las familias con niños pequeños ante el
riesgo de violencia. Ahora, una vez aprobada la ley en la Asamblea
Nacional, el movimiento busca fortalecerse para enfrentarse a posibles
nuevas iniciativas legislativas del gobierno socialista, como el la que
podría tramitarse sobre reproducción asistida o la adopción por parte de
parejas homosexuales.
Disturbios
Varios cientos de manifestantes permanecieron en la zona
después del fin oficial de la manifestación, gritando "esto va
estallar", "dictadura socialista" y "periodistas colaboracionistas". Los
manifestantes lanzaron todo tipo de objetos, desde barreras de
seguridad hasta botellas de cerveza, contra los policías y agredieron a
periodistas. Levemente herido, un fotógrafo de la AFP fue atendido en el
lugar por la Cruz Roja. La policía utilizó gases lacrimógenos, mientras
se desarrollaban movimientos de escaramuzas. Varias personas fueron
detenidas.
Este mismo domingo se ha publicado un sondeo que revela que
el 53 por ciento de los franceses apoyan el matrimonio homosexual y que
estas parejas puedan adoptar, diez puntos menos desde que comenzaron
las movilizaciones, en noviembre. Además, el 72 por ciento creen que las
manifestaciones deberían terminar ya. Está previsto que la primera boda
homosexual se celebre el próximo miércoles en Montpellier, la
autoproclamada capital de la cultura gay francesa. Con esta ley, Francia
se convierte en el decimotercer país del mundo que aprueba las uniones
homosexuales.
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