http://www.vadejuegos.com/noticias/homosexualidad-y-videojuegos-contra-los-estereotipos-20130422.html
Por alguna extraña razón la mentalidad social estimaba incongruente el ser gay y aficionado al ocio electrónico.
Los videojuegos eran cosa de hombres muy machos, quienes gustaban de
imitar a Raúl en campos virtuales o destrozar ladrillos con el cráneo.
La diversificación de géneros contribuyó a la consabida apertura del
mercado, de tal forma que hermanas, padres y abuelas se atreviesen a
sentarse a los mandos. El prejuicio comenzaba a derribarse para regocijo
de cuantos homosexuales y féminas se atreviesen a rebatirlo desde su
primera Game Boy.
Escribo esto porque aunque parezca increíble, aún quedan chicos
encerrados en ese armario virtual. Todavía resta un largo camino en la
normalización del pasatiempo más allá de géneros o preferencias
sexuales. Las consabidas comunidades gaymers están haciendo mucho al respecto, pero el asunto ha de atajarse de raíz, modificando los muchos estereotipos jugables que rodean al personaje gay.
Todo gay que pase buena parte de infancia y adolescencia encarnando a
fornidos aventureros sin otro propósito que el de rescatar a su amada,
interiorizará estándares incompatibles con su opción sexual, lo que en
última instancia supondrá un obstáculo más para su aceptación.
Por supuesto, no insto a la proliferación de protagonistas homosexuales, pero sí a su normalización.
Aplaudiré el día en que el hecho de que un juego esté protagonizado por
un personaje gay deje de ocupar todos los titulares de la prensa
especializada. El día en que esos fornidos aventureros se digan
abiertamente homosexuales en una línea de guión, sin que vuelva a
tratarse el matiz en lo que reste de jugabilidad.
Como bien decía mi compañero Antonio Santo en su artículo La homosexualidad en los videojuegos, se puede ser gay y héroe del videojuego al mismo tiempo,
algo que hasta la presente se han negado a reconocer numerosos estudios
en sus desarrollos. No son pocos los ejemplos de personajes secundarios
a los que se ha tildado despectivamente de gays, equiparando
homosexualidad con inferioridad o segundos planos: ¿cuántas veces no
habréis oído a vuestro hermano, primo o vecino referirse a Luigi, Tails o
a la propia Princesa Daisy como "maricas"? En esas estamos.
Totalmente de acuerdo pues con Jim Sterling cuando abogaba porque
Nathan Drake saliese del armario, siendo una excepcional contribución a
la eterna lucha por la igualdad LGTB. Tan efectivo como cualquier vídeo
de famosos espetando su ya célebre "it gets better".
Critiquemos también la imagen despectiva y confusa que se ha ofrecido
de la homosexualidad en numerosos títulos, donde el hombre gay aparece
excesivamente afeminado, confundiendo no pocas veces homosexual con
travesti. Muy dados a ello son los japoneses: juegos como Phoenix Wright
o la propia serie Paper Mario han incidido en personajes abiertamente
gays desde una perspectiva caricaturesca, desdibujada.
Tenéis más ejemplos en el artículo de marras, muchos insertos en
aventuras gráficas de culto. La última con que he podido topar se
promociona como "primera aventura gráfica gay" bajo el título "Mi ex novio el tirano espacial",
cuyo protagonista responde asimismo al tópico del gay hipermusculado en
gayumbos. Pese al evidente tono cómico, tampoco se antoja el mejor
ejemplo a seguir.
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