MADRID. La Conferencia
Episcopal Española ha advertido de que la legislación española sobre el
matrimonio, independientemente de que sea o no conforme a la
Constitución, es "gravemente injusta" y considera que es "urgente" una
modificación de la ley para proteger la institución y la familia, tras
el fallo del Tribunal Constitucional que avala el matrimonio
homosexual. Los obispos emitieron ayer un comunicado recordando la
doctrina de la Iglesia católica, sin renunciar a hacer más precisiones
cuando se conozcan los términos exactos de la sentencia.
"Pensamos, en particular, en el derecho de quienes contraen
matrimonio a ser reconocidos expresamente como esposo y esposa; en el
derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados como esposos y
esposas del futuro; y en el derecho de los niños a disfrutar de un
padre y de una madre, en virtud de cuyo amor fiel y fecundo son
llamados a la vida y acogidos en una familia estable. Ninguno de estos
derechos es actualmente reconocido ni protegido por la ley", añaden.
En cualquier caso, apuntaron que no es de su "competencia"
hacer juicios sobre la pertinencia jurídica de las sentencias de los
tribunales pero consideran que es su "obligación ayudar al
discernimiento acerca de la justicia y de la moralidad de las leyes".
Los obispos señalan que, con la legislación actualmente vigente, se "ha
perdido el derecho de ser reconocidos expresamente por la ley como
esposo o esposa" pues han de inscribirse en el Registro Civil "como
cónyuge A o cónyuge B. "La legislación actualmente vigente ha redefinido
la figura jurídica del matrimonio de tal modo que este ha dejado de
ser la unión de un hombre y de una mujer y se ha transformado
legalmente en la unión de dos ciudadanos cualesquiera, para los que
ahora se reserva en exclusiva el nombre de cónyuges o de consortes. De
esta manera se establece una insólita definición legal del matrimonio
con exclusión de toda referencia a la diferencia entre el varón y la
mujer", apuntan.
Además, afirman "con dolor" que las leyes vigentes "no
reconocen ni protegen al matrimonio en su especificidad" y, por ello,
"convencidos de las consecuencias negativas que se derivan para el bien
común", alzan su voz en favor del "verdadero matrimonio y de su
reconocimiento jurídico". A su juicio, todos los ciudadanos "han de
defender y promover el matrimonio y su adecuado tratamiento por las
leyes". Finalmente, invitan a leer de nuevo la reciente Instrucción
Pastoral de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal aprobada
el pasado 26 de abril y publicada el 4 de julio.
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