Depilarse el vello púbico puede ser una mala idea, al menos
desde el punto de vista de la salud. El pelo del pubis tiene una
función y eliminarlo, o dejarlo reducido a su mínima expresión, parece
que favorece la aparición de infecciones de transmisión sexual. A las
puertas de las vacaciones de verano, la Academia Española de
Dermatología y Venereología alertó ayer del «peligro» que supone esta
práctica, que está llenando no sólo los salones de estética, sino
también las consultas especializadas.
«El pelo está pensado para proteger», destacó ayer el
dermatólogo Ramón Grimalt, profesor de la especialidad en la Universidad
Internacional de Barcelona y miembro de la Academia. Millones de años
de evolución de la especie humana han llevado a una continua y paulatina
pérdida del pelaje que cubría el cuerpo. El que se ha mantenido no lo
ha hecho, según los expertos, por un capricho de la naturaleza, sino por
una necesidad. El cabello, detalla Grimalt, protege la cabeza de
quemaduras solares y posibles traumatismos. Las cejas y las pestañas
cuidan de que los ojos no se llenen, por ejemplo, de agua, polvo y polen
en suspensión. El vello púbico tiene la doble misión de amortiguar los
golpes en los genitales y defendernos frente a las infecciones.
A través de pequeñas lesiones
«El preservativo sólo nos protege de una parte del riesgo,
pero si dos personas depiladas mantienen relaciones sexuales se estarán
exponiendo a enfermedades diversas. ¿Cuáles? Fundamentalmente a
infecciones bacterianas como el impétigo, que se presenta en forma de
ampollas; y a la aparición de condilomas, unas verrugas provocadas por
el virus del papiloma humano, causante del cáncer de cuello de útero.
Algunos especialistas, como Grimalt, también atribuyen a
esta práctica el auge de la sífilis, aunque otros como Jesús
Gardeazabal, jefe de Dermatología del hospital de Cruces tienen sus
dudas al respecto. La transmisión de la sífilis, explica el especialista
vasco, requiere un contacto más íntimo. «Parece lógico que el auge de
condilomas y moluscos se deba a la depilación. Es lo que se cree, pero
tampoco tenemos estudios científicos que lo demuestren y será muy
difícil hacerlos. Lo sospechamos, pero no tenemos la certeza», subraya.
¿Qué tiene que ver la depilación con el auge de todas estas
patologías? Mucho, según la Academia Española de Dermatología. La
teoría con la que trabajan los dermatólogos es que la piel recién
depilada, de un día o del mismo, deja al descubierto, aunque sólo sea
por irritación, pequeñas lesiones por las que son capaces de colarse
virus, hongos y bacterias. Si el pelo está cortado de dos o tres días,
quizás sea incluso peor, porque esas hebras de pelo actúan «como
auténticas cuchillas» que según el facultativo catalán cortan la piel y
dejan paso libre a la acción de los microbios.
Grimalt aconseja evitar las relaciones sexuales entre dos
personas con el vello púbico depilado, incluida la llamada depilación
brasileña. «Al menos, uno de los dos miembros de la pareja debería
mantener el pelo, que se puede recortar, pero no eliminar por completo»,
detalla el experto. Entre sus aliadas figura la actriz Cameron Díaz,
que desde hace tiempo se ha convertido en una defensora de «esa adorable
cortina».
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