2013/08/28

EL CORREO:La homofobia de Putin aísla a Rusia

El actor Wentworth Miller sale del armario para anunciar su boicot al festival de cine de San Petersburgo

El clamor internacional contra las leyes homófobas aprobadas recientemente en Rusia a instancias del presidente Vladímir Putin y la brutal persecución que sufren los homosexuales, en algunos casos letal, amenaza con aislar al país. Muchos han sido ya los pronunciamientos a favor de apartar a Rusia de la agenda mundial de eventos.
Ahora lo acaba de hacer el actor y guionista británico Wentworth Miller, quien ha revelado en una carta su condición de homosexual y ha anunciado que se niega a tomar parte el mes que viene en el Festival Internacional de Cine de San Petersburgo. Miller, de 31 años y famoso por encarnar al fugitivo Michael Scofield en la serie carcelaria 'Prision Break', recibió la propuesta de los organizadores rusos de ser invitado de honor al certamen.
El actor, que tiene raíces rusas y dice haber actuado según le dicta la conciencia, sostiene que «como hombre gay debo declinar (&hellip) me habría hecho feliz decir que sí». Según sus palabras, «estoy profundamente preocupado por la actitud actual y el trato que reciben los gays por parte del Gobierno ruso. La situación no es aceptable de ninguna manera». Miller subraya además que «no se puede participar en una celebración auspiciada por un país en donde se le niega sistemáticamente el derecho básico a vivir y amar abiertamente a la gente como yo».
El actor británico Stephen Fry y Madonna se cuentan entre quienes ha pedido que se boicotee la Olimpiada de Invierno de Sochi, que tendrá lugar en febrero del año que viene. También hay llamamientos a cancelar la celebración del concurso Miss Universo en Rusia, ya que las recientes leyes violan sus valores fundamentales.
Clamor internacional
El miércoles, el periodista estadounidense James Kirchick aprovechó un programa en directo en el canal oficialista ruso en lengua inglesa RT para criticar la ley que prohíbe la propaganda homosexual entre los menores de edad. Kirchick también es gay y había sido invitado ante las cámaras para hablar de la sentencia de 35 años de cárcel impuesta al soldado Bradley Manning. Pero prefirió referirse a la difícil situación que padecen los homosexuales en Rusia. «No me interesa hablar de Bradley Manning, quiero hablar de la horrible atmósfera de homofobia existente», dijo. Logró fustigar la política de Putin durante casi dos minutos antes de que le fuera retirada la palabra.
La campeona mundial de salto con pértiga, Elena Isinbáyeva, se encargó de echar leña al fuego la semana pasada cuando arremetió contra la sueca Emma Green por tomar parte en la competición con la uñas pintadas con los colores del arco iris. «Es una falta de respeto hacia nuestro país, hacia nuestros ciudadanos, porque nosotros somos rusos. Tal vez diferentes a otros europeos, pero tenemos una ley que hay que respetar», se indignó Isinbáyeva. Al día siguiente, ante el revuelo provocado, rectificó y afirmó que nunca deberán ser discriminados los homosexuales en ningún campeonato.
Rusia deberá también ser la sede del Mundial de Fútbol 2018. El ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó, promete que gays y lesbianas podrán competir y asistir como espectadores a cualquier acontecimiento deportivo sin ver mermados sus derechos y sin exponerse a ser molestados por la Policía. Pero nadie se lo cree.

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