En un informe titulado "Irak: Violencia contra civiles", la organización documenta cómo mueren o quedan heridos centenares de civiles todos los meses.
Amnistía subraya que muchos de ellos atacados por grupos armados debido a su identidad religiosa, étnica o sexual, o porque condenan abiertamente los abusos contra los derechos humanos.
Además, la incertidumbre sobre cuándo se formará un nuevo Gobierno en Iraq ha generado últimamente un aumento de los ataques, hasta el punto de que sólo en la primera semana de abril han muerto más de un centenar de civiles.
"Siete años después de la invasión dirigida por Estados Unidos, los iraquíes viven todavía en un clima de temor. Las autoridades podrían hacer mucho más para protegerlos, pero una y otra vez dejan de prestar ayuda a los miembros más vulnerables de la sociedad", manifestó Malcolm Smart, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
Aunque las fuerzas de seguridad iraquíes, las tropas extranjeras o los familiares de las víctimas son responsables de muchos casos de abusos contra los derechos humanos, grupos armados como Al Qaeda causan la mayoría de los homicidios de civiles.
Entre quienes han sido víctimas de homicidio o mutilaciones en Iraq hay periodistas, defensores de los derechos humanos, activistas políticos, ciudadanos de minorías religiosas y étnicas, mujeres y niñas, y homosexuales.
Debido a la persistente inseguridad, centenares de miles de iraquíes, incluido un número alto de miembros de minorías, se han visto obligados a huir de sus hogares.
Amnistía Internacional ha instado a las autoridades iraquíes a que tomen de inmediato medidas para mejorar la seguridad de la población civil, investigar los ataques y hacer rendir cuentas a los responsables, de acuerdo con el Derecho internacional.
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