El Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco va a incorporar a diez farmacias más al programa de prueba rápida para detectar la prevalencia del virus de inmunodeficiencia adquirida (sida). Tres se ubicarán en Gipuzkoa, dos en Álava y cinco en Vizcaya. Su elección se llevará a cabo teniendo en cuenta si disponen de rebotica para realizar la prueba de forma confidencial, la apertura en horario de mañana y tarde, y la formación adecuada del personal.
Este proyecto busca conseguir que las personas con prácticas de riesgo se animen a realizar la prueba en los casos en que son reticentes a informar de dichas prácticas a su médico de cabecera. El hecho de poder acudir a cualquier farmacia, incluso a una alejada del domicilio, facilita que los interesados se sometan a una analítica rápida. Eso sí, los resultados deben ser siempre ratificados en el centro de salud.
El proyecto piloto comenzó a desarrollarse inicialmente en veinte boticas del País Vasco (seis en Gipuzkoa, dos en Álava y doce en Vizcaya), y en Cataluña. A lo largo de este año se sumarán las diez señaladas en Euskadi.
Seis en la actualidad
En Gipuzkoa, durante este año, el test se ha llevado a cabo en las siguientes farmacias: Gastelurrutia, Arrazola, y Camino-Iruretagoyena, en Donostia; Cobreros, en Errenteria; Celia Barandela en Eibar y Echeveste, en Irun. Todas ellas están identificadas con un logotipo en la puerta.
Las personas que deciden utilizar el test son pinchados en un dedo para extraerle una gota de sangre que será analizada en la misma farmacia. Las boticas elegidas para dispensar la prueba disponen de una sala adicional donde los usuarios pueden llevar a cabo la prueba con absoluta discreción. Los resultados están listos en sólo quince minutos y el precio de la prueba no supera los cinco euros, que se lo que cuesta el reactivo.
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